La alegría es un don
magnífico por antonomasia
aún si esta parezca no tener razón,
a más de uno su poder extasia.
Esta emoción de magno poder
mueve montañas y acaba guerras
Dejémonos por ella estremecer,
olvidando rencores y las enemistades férreas
Que su fuente sea la bondad
y las cosas por las que valen la pena que uno se detenga
fortaleciendo con ella la amistad
y evitando que de las desgracias ajenas provenga.
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