Imaginad que un día llega el anterior dueño de vuestra casa y, por cojones, quiere volver a ocuparla, para colmo apoyado por el ayuntamiento, el presidente de la comunidad, uno muy rubio que habla en inglés, y el de la asociación de vecinos.
Vosotros, que llevais tanto tiempo en vuestra casa que ni lo recordais y de pronto os la quieren ocupar, eso primero, para acabar echándote de ella por presión psicológica o lo que fuera.
Éste que ahora os quiere echar abandonó la casa tiempo ha, casi en la noche de los tiempos, cuando la necesidad le apretaba y durante décadas se buscó la vida por varios países, con mejor o peor fortuna. Aunque fue maltratado en muchos países al final acabó haciendo mucho dinero.
¡Ay! el dinero... Como siempre. Ese es el motivo por el que las altas instancias le apoyan en su injusto propósito de volver a ocupar una casa que abandonó hace tanto que apenas recordaba donde estaba, de hecho, muchos de sus hijos nunca la habían habitado.
Al final, éste hombre ha entrado, primero ocupó una habitación y, después, ayudado por su dinero, por su familia existente en otras comunidades cercanas, por la interesada colaboración de las altas instancias de comunidad, barrio y ciudad busca la casa entera.
Vosotros ya estais hacinados en una sola habitación, eso os lo dejan en actitud hipócrita, pero en cada acercamiento al baño o a la cocina os persiguen como a terroristas.
¿Es esto justo?
NO A LA OCUPACIÓN
Un Saludo
Vosotros, que llevais tanto tiempo en vuestra casa que ni lo recordais y de pronto os la quieren ocupar, eso primero, para acabar echándote de ella por presión psicológica o lo que fuera.
Éste que ahora os quiere echar abandonó la casa tiempo ha, casi en la noche de los tiempos, cuando la necesidad le apretaba y durante décadas se buscó la vida por varios países, con mejor o peor fortuna. Aunque fue maltratado en muchos países al final acabó haciendo mucho dinero.
¡Ay! el dinero... Como siempre. Ese es el motivo por el que las altas instancias le apoyan en su injusto propósito de volver a ocupar una casa que abandonó hace tanto que apenas recordaba donde estaba, de hecho, muchos de sus hijos nunca la habían habitado.
Al final, éste hombre ha entrado, primero ocupó una habitación y, después, ayudado por su dinero, por su familia existente en otras comunidades cercanas, por la interesada colaboración de las altas instancias de comunidad, barrio y ciudad busca la casa entera.
Vosotros ya estais hacinados en una sola habitación, eso os lo dejan en actitud hipócrita, pero en cada acercamiento al baño o a la cocina os persiguen como a terroristas.
¿Es esto justo?
NO A LA OCUPACIÓN
Un Saludo
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