Pocas veces, o quizás ninguna, nos hemos encontrado con un equipo tan malo que vaya tan bien.
Recién concluída la primera vuelta uno de los equipos que peor juega del mundo va segundo, con su récord de puntos histórico igualado y habiendo perdido tan solo tres partidos de diecinueve.
El problema es claro, en vez de entrenarle un tipo de un pueblo que pocos sevillistas seríamos capaces de situar en el mapa lo hace uno de Arahal, un pueblo a pocos kilómetros que conocemos por su agrupación musical, sus restaurantes o del que, al menos, conocemos a un oriundo de allí con todo su acento y sus cosas de pueblo.
Es innegable que el Sevilla ha jugado partidos muy malos esta temporada, y todos sabemos cuales son, pero no olvidemos que esto siempre pasó con todos los entrenadores desde Helenio Herrera a Manolo Cardo, pasando por Aragonés y por el entrenador del Madrid, pero ¿Por qué no se habla más a menudo de partidos como los que jugó ante el Athletic Club, el del Stuttgart, el del Villarreal, los tres del Deportivo, el del Madrid o el del Atlético de Madrid?
Ayer escuchaba en Carrusel a quien defendía que Manolo Jiménez podría ser el entrenador del futuro del club, éste lo hacía desde Madrid mientras que desde Sevilla se lo tomaban a cachondeo. Los números le avalan y en su haber se cuenta un fracaso y medio, la eliminación de la UEFA y la de la Champions League del año pasado. ¿Pero no creeis que si le hubieran eliminado más adelante también se le hubiera tirado al cuello? Incluso si hubiera perdido finales. Es la espiral antijiménez que nos envuelve.
Lo cierto es que Jiménez ha igualado el récord de puntos en la primera vuelta, y que si en la Liga no jugara el mejor equipo del mundo en la actualidad y uno de los mejores que han podido ver mis ojos, el Sevilla estaría inmerso en la pelea por el título, pero con lo del Barça no contaba nadie y una hecatombre tendría que suceder para que volviera a mezclarse con los humanos.
Hoy mi equipo es segundo y la gente sale del estadio quejándose de él y de su entrenador de récord. Los futbolistas, por primera vez en la historia del Sevilla se sienten más cómodos jugando fuera de cada que en el Ramón Sánchez Pizjuán. Algo insólito.
Quizás la solución a todo esto es que en vez de ampliar el estadio lo reduzcan a 20.000, dando prioridad a los escasos 15.000 que nos acercamos hace dos miércoles a ver la ida de la Copa del Rey.
De momento yo estoy con mi equipo y con mi entrenador. Manolo Jiménez, de la casa, de Arahal y un hombre de récord. Aunque su mayor mérito es ser el culpable de absolutamente todo lo que pasa en un equipo.
Nadie es profeta en su tierra.
Auguro que Jiménez lo acabará siendo. Él no es un sevillista de finales.
Un Saludo
Recién concluída la primera vuelta uno de los equipos que peor juega del mundo va segundo, con su récord de puntos histórico igualado y habiendo perdido tan solo tres partidos de diecinueve.
El problema es claro, en vez de entrenarle un tipo de un pueblo que pocos sevillistas seríamos capaces de situar en el mapa lo hace uno de Arahal, un pueblo a pocos kilómetros que conocemos por su agrupación musical, sus restaurantes o del que, al menos, conocemos a un oriundo de allí con todo su acento y sus cosas de pueblo.
Es innegable que el Sevilla ha jugado partidos muy malos esta temporada, y todos sabemos cuales son, pero no olvidemos que esto siempre pasó con todos los entrenadores desde Helenio Herrera a Manolo Cardo, pasando por Aragonés y por el entrenador del Madrid, pero ¿Por qué no se habla más a menudo de partidos como los que jugó ante el Athletic Club, el del Stuttgart, el del Villarreal, los tres del Deportivo, el del Madrid o el del Atlético de Madrid?
Ayer escuchaba en Carrusel a quien defendía que Manolo Jiménez podría ser el entrenador del futuro del club, éste lo hacía desde Madrid mientras que desde Sevilla se lo tomaban a cachondeo. Los números le avalan y en su haber se cuenta un fracaso y medio, la eliminación de la UEFA y la de la Champions League del año pasado. ¿Pero no creeis que si le hubieran eliminado más adelante también se le hubiera tirado al cuello? Incluso si hubiera perdido finales. Es la espiral antijiménez que nos envuelve.
Lo cierto es que Jiménez ha igualado el récord de puntos en la primera vuelta, y que si en la Liga no jugara el mejor equipo del mundo en la actualidad y uno de los mejores que han podido ver mis ojos, el Sevilla estaría inmerso en la pelea por el título, pero con lo del Barça no contaba nadie y una hecatombre tendría que suceder para que volviera a mezclarse con los humanos.
Hoy mi equipo es segundo y la gente sale del estadio quejándose de él y de su entrenador de récord. Los futbolistas, por primera vez en la historia del Sevilla se sienten más cómodos jugando fuera de cada que en el Ramón Sánchez Pizjuán. Algo insólito.
Quizás la solución a todo esto es que en vez de ampliar el estadio lo reduzcan a 20.000, dando prioridad a los escasos 15.000 que nos acercamos hace dos miércoles a ver la ida de la Copa del Rey.
De momento yo estoy con mi equipo y con mi entrenador. Manolo Jiménez, de la casa, de Arahal y un hombre de récord. Aunque su mayor mérito es ser el culpable de absolutamente todo lo que pasa en un equipo.
Nadie es profeta en su tierra.
Auguro que Jiménez lo acabará siendo. Él no es un sevillista de finales.
Un Saludo
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