El sitio de Alejandro

El dicho que más me gusta es el de que "el tiempo pone a cada uno en su sitio", y me gusta porque la experiencia de mis casi 25 años me ha demostrado que es el más cierto de los que puede pronunciar lengua humana.

Seguramente, porque suelo decirlo en situaciones como éstas, cuando Rafael Alejandro Torres Muñoz me comunicó aquella injusticia que una noche cuaresmal se produjo sobre su persona usaría ese refrán para decírselo.

En estos días, pasados creo que seis años, el tiempo y la Virgen de la Soledad han vuelto a ponerlo en su sitio, que no era otro que bajo ese paso plateado que cada Viernes Santo sirve de pedestal a la decana señora de Almería.


Yo, que suelo alegrarme con las alegrías de mis amigos, en este caso no tengo más remedio que compartir la felicidad de uno de los míos, pues le considero uno de los principales componentes de lo más grande que dan las cofradías, de ese tesoro que son los amigos.

Amigo en las cofradías y amigo más allá de ello. Una persona con la que contar y de la que no hay más remedio que sentirse orgulloso de contar con su amistad.


Pero si grande es c
omo persona, más de corazón, que de cuerpo, aún lo es más como costalero. Hablo sin temor a equivocarme cuando aseguro que se trata de uno de los grandes peones que por Almería pasan, con lo que aquella injusticia por fin subsanada se convierte aún en más atroz.

Ejemplo de superación bajo los pasos, ejemplo de interés en el costal, ejemplo de capacidad de aprendizaje y ejemplo de humildad.
Hoy Alejandro es un grandísimo peón del que enorgullecerse de contar bajo un paso, pues como dije hace un par de entradas no es de los que con sólo ponerse un gorro en la cabeza y meterse debajo de un paso ya se cree que es costalero.

Él lo es con todas las letras y este 2009, si el tiempo no lo impide, volverá a demostrarlo bajo aquel paso plateado del que nunca debió salir.

Enhorabuena Alejandro, por que sabes que te quiero.

Enhorabuena Soledad, recuperais a un gran costalero.

Enhorabuena Almería, uno de tus mejores peones se ajusta el costa
l, se amarra los machos y con paso decidido y siempre de frente se enzarza en otra pelea bajo uno de tus pasos más emblemáticos.

Los grandes aficionados estamos de enhorabuena, pues el tiempo pone a cada uno en su sitio, y Alejandro ha vuelto al suyo.

Un Saludo

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