Fútbol para todos

El fútbol es un derecho, no un lujo.

O al menos así debería ser.

Parafraseando a ese magnífico programa de Canal Sur que se llama Toros para Todos titulo esta entrada-denuncia.

Ha llegado un momento en que el abuso es la tónica dominante en las taquillas de cualquier club del fútbol español, estallo estos días tras ver los desorbitadísimos precios que la directiva de la UD Almería ha fijado para el partido de vuelta de la Copa del Rey ante el "poderosísimo" Levante UD.

Desde el momento en que salieron a la venta los carísimos abonos se fijó un precio único para las entradas de todos los partidos de la temporada exceptuando los encuentros ante el Real Madrid y el FC Barcelona. Es decir, que la entrada más barata cuesta lo mismo en los choques ante el Valencia y ante el Murcia, en las visitas del Levante y del Sevilla. Una entrada de 45 euros en una grada de fondo en la que apenas se distingue el fútbol más allá del centro del campo.

Pese al levantamiento de buena parte de los almerienses los abonos no se han movido, los precios de las entradas tampoco, y los perogrullos de la directiva quieren seguir sacando hasta el último céntimo a los almerienses y han decidido establecer para este partido los mismos precios que los del resto del año. Veo casi imposible que vendan una entrada, desaprovechando así la oportunidad de hacer una buena caja de un partido casi infumable, de enganchar un poco más a Almería con su equipo y, por qué no, dar un regalo de Navidad a esos pequeños que no pueden ir al Mediterráneo porque su padre es incapaz de hacer frente al precio de las localidades. Mejor 1.000 espectadores más a precios baratos que ninguno a los abusivos precios con los que nos condenan durante toda la temporada.

Aquel 19 de mayo, tras el partido del ascenso ante la Ponferradina, toda la ciudad era alegría, en la calle, celebrando por fin algo del equipo de la tierra. Tras treinta años éramos de Primera división. Poco después la directiva, que cree haber visto la gallina de los huevos de oro en el sufrido aficionado al fútbol de la ciudad, destrozó las ilusiones de muchos almerienses, se auguraba un estadio lleno todos los domingos, como fue aquella ves a finales de los 70 con la extinta Agrupación, pero sólo los que pudieron se abonaron, la mayoría haciendo esfuerzos muy notables para conseguir el mínimo de 400 euros que se exigía si no eres alumno de la Universidad de Almería. Para muestra un botón, ver toda la temporada desde un lateral te podía costar un mínimo de 950 euros (800 de abono más 150 de los dos días del club ante Madrid y Barcelona).

Aún no se han llenado las localidades del Estadio de los Juegos del Mediterráneo, y dudo que lo hagan, ni siquiera ante los dos poderosos, pues los precios entonces serán prohibitivos hasta para los abonados. ¡Qué pena!.



No al fútbol negocio.

Suena muy romántico, sobre todo para esas mentes a las que la palabra FÚTBOL sólo les recuerda a buenos fajos de billetes. Los que al oirla no recuerdan las gambetas de Maradona, los slaloms de Messi o los sprints del mismísimo Albert Crusat. Es hora de poner al aficionado en su sitio, recordad que sin él, el fútbol no es nada.

Y esto sólo es un caso, por desgracia en nuestro país el fútbol se está convirtiendo cada vez más en un deporte elitista, se acabarán las plateas repletas de currantes que cada 15 días se desahogan por el equipo de su alma, se acabará el dinero para pagar abonos, entradas y PPV y entonces, en ese momento en que las gradas sólo estén llenas de adinerados señoritos haciendo negocios con japoneses y americanos, el noble deporte del balompié morirá, pero en su agonía vendrán a pedirnos aliento a los aficionados que, hastiados, se dejaron buena parte de su sueldo y de su trabajo en asistir a un espectáculo que un día le negaron.

DIRECTIVOS PRECIOS ABUSIVOS

Un Saludo

P.D: Y esto tomando como ejemplo el caso del Almería, por desgracia en todas partes cuecen habas.

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