La sonrisa es, de todos los atractivos femeninos, el que obra un efecto más fuminante en el hombre.
La mujer plebeya ríe, la mujer espiritual sonríe.
Si unas carcajadas sonoras y teatrales en una mujer bonita resultan desconcertantes, en cambio una sonrisa suave causa la sensación de una caricia.
La mujer plebeya ríe, la mujer espiritual sonríe.
Si unas carcajadas sonoras y teatrales en una mujer bonita resultan desconcertantes, en cambio una sonrisa suave causa la sensación de una caricia.
Taberna de Álvaro Peregil.
Calle de Mateos Gago.
Sevilla.
12 de octubre de 2007.
Día de la hispanidad.
Un Saludo
P.D: Por petición adjunto fotografía del interior - todo el interior- de tan afamado baño.
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