Portentoso deporte

Parece que Contador ha vuelto a poner de moda el ciclismo en España.


Aunque los últimos sucesos acaecidos en torno al deporte de la bicicleta lo han puesto también en boca de todos, bocas que desconocen en su mayoría.

Me alegro mucho, muchísimo, de que este chaval madrileño haya vuelto a llevar a España a lo más alto del podio del Tour de Francia, demostrando que actualmente el ciclismo patrio es el mejor que existe en el panorama internacional. Se lo merece Contador, un auténtico luchador de la vida.

No soy un neófito en esto del ciclismo. En mi casa siempre el Tour de Francia ha sido cita clave en las sobremesas de julio. En septiembre la Vuelta también tiene su seguimiento, aunque tengo mejores recuerdos de cuando se corría en marzo. Del Giro apenas recuerdo los años que Indurain lo ganó, e incluso el que perdió ante Eugeni Berzin, del JJ Santos que debutaba en la tele con el maldito 'tío del compresor' y poco más. La verdad que la ronda italiana tiene poco seguimiento en España.

Tengo muchos recuerdos asociados al ciclismo, pero quizás el más antiguo y el que nunca olvidaré fue uno de esos detalles que hacían a Perico Delgado un ciclista tan especial. En una escalada con su sempiterno rival, Stephen Roche, recuerdo cristalinamente como el segoviano fingió que se descolgaba para asestarle un impresionante hachazo al irlandés.

Aquellos descensos de Indurain a más de 100 kilómetros por hora...


¡Grandes días de ciclismo!


Etapas de Angliru, Luz Ardidén, la crono de Luxem- burgo, la Pandera, la subida al Calar Alto, los míticos Tourmalet (que recuerdo que alguna vez se subió en la Vuelta) y Alpe D`Huez, destilerías DYC, Sierra Nevada, la Covatilla, el Mortirolo, la Croix de Fer... Cuantísimas horas pegadas a una pantalla de televisión.

Cuando chico, seguramente por la cultura futbolística que 'asola' al país, no entendía que en el ciclismo uno no era de un equipo. Yo siempre fui aficionado de la ONCE y me enfadaba cuando mi hermano se metía con él apodándolos 'los mariquitas rosas', ya que el Tour lo corrían con maillots de ese color para no coincidir con el maillot de líder (que por cierto ya no se hace).


Es un deporte que, para quien lo entienda, hace vibrar como ninguno pero que también puede llegar a aburrir mucho (veanse los siete Tours de Armstrong, claro que cuando Indurain ganó cinco seguidos nadie se quejaba).

Un deporte de colosos, una lucha de portentos físicos.

Está claro que el ciclismo necesita una revisión, los escándalos por dopaje lo han herido, pero no creo que sea de muerte. Será muy difícil acabar por el ciclismo.


Yo lo entiendo. El esfuerzo sobrehumano al que se somete un ciclista en una de las grandes no se puede sobrellevar así como así.

Está claro que esto debe cambiar. Yo tengo en mi pensamiento dos opciones: O acortar las etapas y días de competición o liberar el dopaje, como ya existe en la NBA, donde solo se persiguen los consumos de drogas.


Aun así, yo seguiré plantándome mientras pueda ante la televisión a ver como estos auténticos colosos del deporte, del que algunos malviven, siguen dignificando el mundo de la bicicleta.

Ellos no son culpables, no se les puede tratar como a delincuentes. Hay que pensar más en el deportista y menos en el espectáculo.


Os sonará repetido pero...


¡¡¡¡LARGA VIDA AL CICLISMO!!!!


Un Saludo

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