Me sirve esta entrevista a Jiménez para hacer una pequeña reflexión.
Cuando me dijeron que tenía que hablar con él tuve especial interés en hacerle la sexta pregunta.
El caso de Jiménez, cualquier cosa.
Lateral izquierdo de los de casta, yo lo vi jugar aunque apenas lo recuerdo.
Salió desde el filial y estuvo catorce temporadas vistiendo la elástica blanquirroja.
¿Por qué esto ahora parece imposible?
¿Por qué los aficionados nos afanamos año a año en creer que los jugadores de nuestro equipo sienten los colores casi como nosotros?
¿Son los casos de Raúl, Puyol o Xavi las excepciones que confirman la regla?
Lo que nació como un noble deporte se ha convertido en negocio, y solo negocio.
Los representantes mandan y a ellos le interesan mover a los futbolistas de un sitio a otro, si no no hay sueldo...
Lo único que nos queda es que la pelota eche a rodar.
Es lo único auténtico que le queda al fútbol.
Un Saludo
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