La importancia de la Plaza de Toros de Almería


Estoqueados ya los primeros astados en la Feria en honor a la Virgen del Mar, es el mejor momento de plantear una reflexión que me asalta desde hace tiempo en relación a la feria taurina de mi ciudad.

Y es que creo que se le da muy poca importancia en el orbe taurino a mi feria, algo que no entiendo. No soy un gran erudito en este campo, pero ya he tenido la oportunidad de ver corridas de toros en varios sitios y, desde mi experiencia, soy un gran defensor de que el serial almeriense es el segundo o el tercero más importante de nuestra Andalucía, tierra de toros al fin y al cabo.

Veréis, obviando Sevilla, que no sólo es la mejor feria del sur si no que se echa a pelear con la de Madrid en ser la más importante del mundo, no termino de ver ninguna feria más rematada que la nuestra.

Las otras dos plazas de primera son Córdoba y Málaga. La primera tiene pocos festejos, menos aficionados en los tendidos y una calidad más que dudosa; mientras que la segunda es una plaza en la que hay 15 días de toros plagados de carteles mediocres, toros con un trapío infame (como se ha podido comprobar en los múltiples rechazos de corridas enteras) y, en definitiva, dos o tres tardes salvables.

Entre las de segunda destaca El Puerto de Santa María, pero analizando sus carteles de fines de semana veraniegos, no veo la rotundez de los festejos almerienses. Del resto de capitales de provincia poco hay que decir: Huelva con cuatro festejos, Granada con una calidad y un baile de toros infame, amén de un público demasiado festivo, sólo Jaén parece más fiable, aunque ésta no la he visitado y, ciertamente, no tengo demasiado conocimiento de la Feria de San Lucas.

En definitiva, nos encontramos con una feria que empezó ayer en la que:

1 - Están todas las figuras, pero todas todas, incluso las que no están ni en Sevilla ni en Madrid.

2 - El público, sin dejar de ser fiestero y animoso, me ha demostrado en ciertas ocasiones entender de lo que hay por encima de otros sitios. No en muchas plazas sacan a saludar a los banderilleros y en Almería no sólo se hace eso, si no que se tiene un criterio más o menos formado -y generoso, claro- a la hora de conceder orejas.

3 - Es una delicia acudir a la plaza los días en los que no torean los mediáticos o José Tomás. Si coincide un cartel interesante, aunque la plaza no esté a rebosar, el ambiente que se respira es inmejorable.

4 - El toro, sin dejar de ser el toro andaluz, supera en mucho a los que salen en otras plazas de nuestra comunidad. Eso sí, el torismo parece terreno del norte, pese a que hemos disfrutado de muy buenas corridas de toros de hierros de los duros.

5 - El ambiente, muy genuíno y muy auténtico, desde la merienda a los mantones, desde el saludo de los matadores al entrar hasta los palcos repletos. De lo poco de verdad que nos queda en Almería.

6 - Y la plaza, una auténtica joya que el año que viene cumple 125 años.

Tengo una opinión bien formada en la que Almería, en materia taurina, está infravalorada. Y más cuando veo, leo y escucho en las radios darle una relevancia mucho mayor a ferias que no sólo no acartelan lo que Almería en cuanto a toros y toreros, si no que tienen un público absolutamente nada formado en el que la afición brilla completamente por su ausencia. Vease: Murcia.

Así pues, para mí estamos en fechas de la segunda mejor feria de nuestra comunidad. ¿A quién corresponde darle la importancia?

Un Saludo

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