Impecable el 23-6-2007

Nos desayunábamos hoy los sevillistas con una noticia triste, no por esperada menos triste, como es la retirada del gran capitán de los últimos años del equipo nervionense, el gran Javi Navarro.



Poco menos de dos años han pasado desde que esta imagen culminara el mejor año de la historia del Sevilla Fútbol Club, el gran capitán levantaba la Copa del Rey que se había resistido durante décadas y abría la puerta al último título sevillista, la Supercopa de España de 2007 que, pese a no participar, tan brillantemente levantara junto a Pep Martí tras el vapuleo recetado al Real Madrid en su propio campo.

Injustísimamente tratado como a pocos futbolistas en este país, sin entrar en agravios comparativos de otros muchos que se fueron por la puerta grande a base de repartir mucha más leña que el central valenciano, aquel número 2 fue bastión y soporte de uno de los equipos que siempre serán recordados en la historia del fútbol nacional. Aquel al que durante varias jornadas seguidas, y otras tantas veces a lo largo de su carrera, abrieron la ceja a base de codazos y ningún medio lo reflejaba.

Serio y contundente atrás, recogió el testigo de Pablo Alfaro y se convirtió así en el pilar defensivo y en líder del equipo de Nervión. No me importa como lo recuerden otros, pero yo podré contar a mis nietos de que aquel Sevilla de los cinco títulos estuvo cimentado en un jugador que muchos daban por acabado, que rescatamos del Elche, y que durante varios años no sólo fue modelo de defensa central si no también de superación ante una lesión que parecía irreversible y que desembocó en un campeón de hecho y de espíritu.

Notó el Sevilla su ausencia en la temporada pasada, sus directrices a balón parado, su elegante y siempre acertada manera de jugar el balón desde la retaguardia y, por que no, aquellos goles que le marcó al eterno rival pese a que ésta no fuera ni mucho menos su especialidad.

Su especialidad fue otra, fue la de levantar copas durante dos años, pero no se retira lesionado en la mano o brazo por estos benditos esfuerzos.


Su rodilla lleva meses diciendo que no puede más y hoy lo ha dicho él.

Su último partido fue en el Bernabéu ante el Getafe en una final de la Copa del Rey.

Un partido que ejemplifica una carrera: Impecable.


Un Saludo

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