Se acabó la NBA


Con la paliza de ayer acabaron las finales de la NBA, quizás las más atractivas a priori en 20 años.

Pese a que Cuatro engañó a toda España anunciando que iban a poner la serie completa en abierto y sólo pusieron el primer partido, he intentado seguir por todos los medios posibles, es decir Radio Marca, un acontecimiento único para el deporte español que no ha tenido el seguimiento apropiado en nuestro país.

Precisamente ese primer partido dejó a las claras cual iba a ser el devenir de la serie. Un equipo ordenadísimo en defensa, con tres sólidos puntales y con un buen banquillo ante otro anárquico, dependiente de la genialidad de Kobe Bryant y con un equipo B digno de cualquier equipo de media tabla de la ACB. Creo que el momento en que Boston comenzó a ganar la final fue en la salida de Paul Pierce de vestuarios tras una supuesta lesión, y digo supuesta porque creo que fue un espectáculo preparado que le salió de dulce a los greens. Se confirmó su victoria en el primer partido en el Staples, y es que la defensa del equipo de Massachusets ha ahogado toda la superproducción ofensiva de los Lakers, en la que se han basado para llegar a la final.

Kobe Bryant es el mejor jugador del mundo sin duda, pero el individualismo de éste maniata al equipo angelino hasta el punto de que si hace un mal partido los Lakers siempre, o casi siempre, pierden.


También es importante reseñar que el Big Three de Boston es, en definitivas cuentas, superior a los tres puntales amarillos. Cierto es que Bryant es el mejor, pero bajo mi punto de vista tanto Pierce como Allen como Garnett son muy superiores a Lamar Odom, al que se le ha visto muy precipitado, y a Pau Gasol, algo blando quizás.

La llegada del español le dio posibilidades a Los Ángeles Lakers, pero aunque su actuación ha sido clave tanto para lo bueno como para lo malo y es de los pocos que se salva de la quema, creo que en el emparejamiento con Garnett tiene poco que hacer. Es bueno sí, pero del otro dicen que es el mejor pivot de la historia de la NBA, que no es ninguna tontería. Éste no ha sido el momento para que el de Sant Boi consiga el anillo, pero en este equipo tarde o temprano llegará, quizás en cuanto apuntalen un poco el banquillo y trabajen más en defensa.

Llegó y pasó la final esperada por todos los aficionados al deporte, llegó y pasó con un justo ganador que quizás les haga recordar a los americanos que el juego en equipo es fundamental a la hora de encarar los Juegos Olímpicos de Pekín.

Enhorabuena a Boston Celtics, la franquicia más europea que tiene la NBA, así se demostró en el ambiente del Garden.


Un Saludo

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