Farolero era un toro de la ganadería de Prieto de la Cal nacido en diciembre de 2003.
Jabonero, con trapío, pesaba 574 kilos.
Trasladado desde la finca de San Juan del Puerto tuvo a bien morir en la Plaza de Toros de Zaragoza en la corrida concurso, modalidad en desuso y siempre interesante, celebrada en la tarde del miércoles 23 de abril de 2008, porque un animal como éste seguro que eligió donde acabar sus días de placentera vida en la dehesa.
Le tocó en suerte ser ajusticiado por el catalán Serafín Marín, que esa misma tarde sufrió un volteretón por un astado de Fuenteymbro que amenazó con borrarle de San Isidro.
Plácido Sandoval fue el actor secundario de la película que os presento, vestido con chaquetilla y sombrero, fue el encargado de picar y colorear de rojo sangre la pinta típica de su ganadería de Farolero.
Farolero y Plácido Sandoval, en un dúo que debería ser recordado a lo largo del tiempo, iniciaron un baile que define a la perfección lo que debería ser la suerte de varas, lo que fue en su día, prueba de la bravura y que hoy se ha perdido o se ha visto adulterada. Para eso hay quien se ha encargado de redactar un decálogo de la suerte de varas...
Tomás Prieto de la Cal es a día de hoy el mayor conservador del encaste Veragua. Es su finca onubense, con toros que cada vez menos se atreven a torear, una especie de museo vivo en el que la belleza del toro bravo se muestra en su máximo exponente.
Farolero era un TORO.
De los de verdad.
Jabonero, con trapío, pesaba 574 kilos.
Trasladado desde la finca de San Juan del Puerto tuvo a bien morir en la Plaza de Toros de Zaragoza en la corrida concurso, modalidad en desuso y siempre interesante, celebrada en la tarde del miércoles 23 de abril de 2008, porque un animal como éste seguro que eligió donde acabar sus días de placentera vida en la dehesa.
Le tocó en suerte ser ajusticiado por el catalán Serafín Marín, que esa misma tarde sufrió un volteretón por un astado de Fuenteymbro que amenazó con borrarle de San Isidro.
Plácido Sandoval fue el actor secundario de la película que os presento, vestido con chaquetilla y sombrero, fue el encargado de picar y colorear de rojo sangre la pinta típica de su ganadería de Farolero.
Farolero y Plácido Sandoval, en un dúo que debería ser recordado a lo largo del tiempo, iniciaron un baile que define a la perfección lo que debería ser la suerte de varas, lo que fue en su día, prueba de la bravura y que hoy se ha perdido o se ha visto adulterada. Para eso hay quien se ha encargado de redactar un decálogo de la suerte de varas...
Tomás Prieto de la Cal es a día de hoy el mayor conservador del encaste Veragua. Es su finca onubense, con toros que cada vez menos se atreven a torear, una especie de museo vivo en el que la belleza del toro bravo se muestra en su máximo exponente.
Farolero era un TORO.
De los de verdad.
Un Saludo
P.D. 1: Foto tomada de Campos y Ruedos
P.D. 2: La recuperación de mis nocturnas conversaciones con mi buen amigo Santiago derivan en estas cosas. Ahora que hay pocos pasos de los que hablar, la Fiesta llena nuestras pantallas de messenger. Gracias amigo, tenemos un plan pendiente...
P.D. 1: Foto tomada de Campos y Ruedos
P.D. 2: La recuperación de mis nocturnas conversaciones con mi buen amigo Santiago derivan en estas cosas. Ahora que hay pocos pasos de los que hablar, la Fiesta llena nuestras pantallas de messenger. Gracias amigo, tenemos un plan pendiente...
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