Glasgow Año I

Escribo esto con la mente puesta en Glasgow. Hace un año a estas horas por George Square andábamos.


Parece mentira que hayan pasado ya 366 días, seguramente casi en ninguno de ellos haya obviado ese día que tan feliz nos hizo. Sólo son buenos recuerdos los que me han venido inundando día tras día desde esa fecha en la que el Sevilla Fútbol Club se proclamó bicampeón de la Copa de la UEFA. Es día de recordar.


De agradecer a mi hermano, Isaías, el Migue, Jesús... todas esas personas que compartieron conmigo ese día tan grande, esas horas de sevillismo y felicidad exacerbada.

Momento de recordar momentos, como los del supermercado, como las cervezas y los cánticos en George Square, ese traslado en tren, la entrada en Hampden Park 'Templo de San Palop'.

Los goles de Adriano y Kanouté y, por que no, los jarros de agua fría de Riera y, sobre todo, de Jonatas. Las celebraciones eufóricas de los tantos de los de rojo y el abrazo cabizbajo al asiento de alante con las dianas periquitas.

La zozobra y el nerviosismo en la tanda de penaltis, jamás experimenté tantas sensaciones contrapuestas en tan pocos minutos. Desde el alivio del primer penalti de Kanouté a la alegría de la primera parada de Palop, desde el recuerdo del mundial de Corea con un Puerta semilesionado lanzando una pena máxima a la desesperación con el pelotazo que envió alto Alves. Pero si esa tanda tuvo un momento no fue otro que éste, en el que no sabría explicar lo que sentí:


Lo que está claro es que marcó un antes y un después. Hoy ha pasado ya un año, pero nunca olvidaré ese día ni mi premonición a mi hermano días antes de partir: "Si pierde será uno de los mejores días de nuestra vida, si gana será el mejor". Y no me equivoqué.




Quizás no es que mi mente esté puesta en Glasgow, quizás es que parte de ella se quedó allí para siempre.

Un Saludo

P.D: VIVA EL SEVILLA FÚTBOL CLUB.

0 comments:

Post a Comment