El Kachi es una de esas inmejorables personas que la trayectoria debajo de los pasos pueden poner en tu camino. Él suele hablar mucho sobre las cuadrillas de amigos y yo estoy cada vez más convencido de que ese aspecto es el principal para sentirse costalero y disfrutar debajo de un paso.
Esta mañana del día de la Esperanza, por segundo año consecutivo, he estado en la localidad de Villarrasa sacando al paso de su patrona, Nuestra Señora de los Remedios, al mando de Rafael Ariza y sus hijos.
Sin duda, éste es uno de los exponentes de las
cuadrillas que defiende mi amigo Kachi, un grupo de gente que no duda en marcharse a un pueblo a 40 kilómetros de Sevilla para sacar un paso con sus amigos, un martes por la mañana, en pleno diciembre y muerto de frío, y todos sabemos que merece la pena por lo que se disfruta.
Allí estábamos nosotros, dispuestos a pasarlo bien con los nuestros bajo un paso, aunque haya que sacarlo y meterlo de rodillas. Eso sin contar el excelente rato que pasamos en la puja.
Al hilo de esto, mi hermano escribió hace pocos días en su blog Mentideros Cofrades sobre la Cuadrilla de la Cena de Almería, para mí el máximo exponente de este tipo de cuadrillas, dando una visión personal y muy compartida de lo que la amistad y el compromiso han conseguido allí.
Y es que es más fácil ayudar a tu compañero cuando éste comparte muchos momentos del año contigo, los ánimos son más reales, uno da toda su verdad debajo y los problemas son casi inexistentes.
Por eso yo, como mi amigo Kachi y muchos otros más, soy un fiel partidario de las cuadrillas de amigos. De amigos COSTALEROS, claro está.
Un Saludo
Esta mañana del día de la Esperanza, por segundo año consecutivo, he estado en la localidad de Villarrasa sacando al paso de su patrona, Nuestra Señora de los Remedios, al mando de Rafael Ariza y sus hijos.
Sin duda, éste es uno de los exponentes de las
cuadrillas que defiende mi amigo Kachi, un grupo de gente que no duda en marcharse a un pueblo a 40 kilómetros de Sevilla para sacar un paso con sus amigos, un martes por la mañana, en pleno diciembre y muerto de frío, y todos sabemos que merece la pena por lo que se disfruta.Allí estábamos nosotros, dispuestos a pasarlo bien con los nuestros bajo un paso, aunque haya que sacarlo y meterlo de rodillas. Eso sin contar el excelente rato que pasamos en la puja.
Al hilo de esto, mi hermano escribió hace pocos días en su blog Mentideros Cofrades sobre la Cuadrilla de la Cena de Almería, para mí el máximo exponente de este tipo de cuadrillas, dando una visión personal y muy compartida de lo que la amistad y el compromiso han conseguido allí.
Y es que es más fácil ayudar a tu compañero cuando éste comparte muchos momentos del año contigo, los ánimos son más reales, uno da toda su verdad debajo y los problemas son casi inexistentes.
Por eso yo, como mi amigo Kachi y muchos otros más, soy un fiel partidario de las cuadrillas de amigos. De amigos COSTALEROS, claro está.
Un Saludo
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