Es la primera vez desde que soy socio del Sevilla Fútbol Club que no he podido asistir al partido ante el Real Madrid.
Lo he visto por televisión, pero lo curioso es que siempre deja el mismo gusto, la misma sensación.
Solía encaminarme siempre al Sánchez Pizjuán con la esperanza de que igual este año no nos mangaban, pero algo en mi interior me decía que sí, que nos mangarían.
Siete partidos en vivo y en directo más el de hoy por la televisión, hasta en tres competiciones distintas.
El balance han sido seis victorias, un empate y una derrota (aquella que se jugó en el Estadio Olímpico y que por cierto fue muy justa).
El guión es siempre igual.
Cierto jugador preocupado de sus pelitos em
pieza a protestar desde el minuto 1 y se tira 89 más realizando una oda a la ruindad futbolística, penaltis no pitados a favor sevillista, penaltis inexistentes a favor madridista que o bien se señalan o bien no se pitan y se nos vende que son (todos los años Raúl se tira y nos dicen que es pena máxima), faltitas todas a su favor, agresiones no vistas sólo si son de uno de los dos equipos(Crespo un mes de baja, el árbitro no ha pitado ni falta, qué estaría pasando si hubiera sido al revés), pérdida de papeles, patadas, más patadas... os puede el Sánchez Pizjuán galácticos...
Luego viene la segunda parte, la de marcharse muy dignos a su ciudad haciendo el papelito de perjudicados. La de Schuster haciendo el mayor de los ridículos que jamás se ha podido ver en una sala de prensa de un estadio, pero qué esperar de éste macarra metido a entrenador si ya dijo en el último 3-5 que la culpa era del del árbitro.
Y como epílogo siempre el desvío de atención. Este año que si le han tratado mal en los palcos, otro Valdanito -penoso comentarista de La Sexta que afirmaba que el Sevilla no había jugado a nada- aporreando vestuarios arbitrales con aquello de "¿tú sabes a quién le estás pitando?". Acto seguido expulsión injusta de Javi Navarro. Y así año tras año, Liga tras Liga, Copa tras Copa, Supercopa tras Supercopa.
Harto. Harto estoy ya de esta pandilla y de todos los personajes que pululan alrededor.
Pero merecerá la pena esa indignación si cada vez que nos montais este circo salís con las orejas tan gachas como hoy, como en agosto, como el año pasado, como en aquel 4-1. Todos esos partidos en los que aún ganando te vas a casa con esa sensación, la sensación de que lo han vuelto a intentar. El mangazo ha existido, pero visto está que para ganar al Sevilla Fútbol Club en el Ramón Sánchez Pizjuán hace falta mucho más que eso. Al menos a vosotros.
Y luego se preguntan porque hay tanto antimadridista...
Un Saludo
Lo he visto por televisión, pero lo curioso es que siempre deja el mismo gusto, la misma sensación.
Solía encaminarme siempre al Sánchez Pizjuán con la esperanza de que igual este año no nos mangaban, pero algo en mi interior me decía que sí, que nos mangarían.
Siete partidos en vivo y en directo más el de hoy por la televisión, hasta en tres competiciones distintas.
El balance han sido seis victorias, un empate y una derrota (aquella que se jugó en el Estadio Olímpico y que por cierto fue muy justa).
El guión es siempre igual.
Cierto jugador preocupado de sus pelitos em
pieza a protestar desde el minuto 1 y se tira 89 más realizando una oda a la ruindad futbolística, penaltis no pitados a favor sevillista, penaltis inexistentes a favor madridista que o bien se señalan o bien no se pitan y se nos vende que son (todos los años Raúl se tira y nos dicen que es pena máxima), faltitas todas a su favor, agresiones no vistas sólo si son de uno de los dos equipos(Crespo un mes de baja, el árbitro no ha pitado ni falta, qué estaría pasando si hubiera sido al revés), pérdida de papeles, patadas, más patadas... os puede el Sánchez Pizjuán galácticos...Luego viene la segunda parte, la de marcharse muy dignos a su ciudad haciendo el papelito de perjudicados. La de Schuster haciendo el mayor de los ridículos que jamás se ha podido ver en una sala de prensa de un estadio, pero qué esperar de éste macarra metido a entrenador si ya dijo en el último 3-5 que la culpa era del del árbitro.
Y como epílogo siempre el desvío de atención. Este año que si le han tratado mal en los palcos, otro Valdanito -penoso comentarista de La Sexta que afirmaba que el Sevilla no había jugado a nada- aporreando vestuarios arbitrales con aquello de "¿tú sabes a quién le estás pitando?". Acto seguido expulsión injusta de Javi Navarro. Y así año tras año, Liga tras Liga, Copa tras Copa, Supercopa tras Supercopa.
Harto. Harto estoy ya de esta pandilla y de todos los personajes que pululan alrededor.
Pero merecerá la pena esa indignación si cada vez que nos montais este circo salís con las orejas tan gachas como hoy, como en agosto, como el año pasado, como en aquel 4-1. Todos esos partidos en los que aún ganando te vas a casa con esa sensación, la sensación de que lo han vuelto a intentar. El mangazo ha existido, pero visto está que para ganar al Sevilla Fútbol Club en el Ramón Sánchez Pizjuán hace falta mucho más que eso. Al menos a vosotros.
Y luego se preguntan porque hay tanto antimadridista...
Un Saludo
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